Río Yhaguy

El Río Yhaguy tiene una longitud de 142 km aproximadamente desde su naciente en Naranjo – Piribebuy hasta su desembocadura en el Río Manduvirã. Es el límite natural entre los departamentos de Cordillera y San Pedro.
Este cauce hídrico recorre de sur a norte en el III Departamento Cordillera, en algunos lugares es poco mas que un arroyo y también es conocido como arroyo Yhaguy-Guazú. Este nombre recibe desde su conjunción con el arroyo Yhaguy-mi su principal afluente. Estos dos arroyos se unen en la zona del Salto Piraretâ y la Cabaña Itakuá de Itacurubi de la Cordillera. A partir de ese punto es conocido como Yhaguy Guazu o simplemente Yhaguy.
El Río Yhaguy, desde su naciente hasta convertirse en el río Manduvirã, tiene una extensión de 142 kilómetros aproximadamente
Durante su recorrido por territorio cordillerano, el Yhaguy cruza por ocho ciudades. Nace en Piribebuy, pasa por Valenzuela, Itacurubi, Santa Elena, Mbokajaty, Caraguatay, Primero de Marzo y Arroyos y Esteros.
En el 2018 se presentó un proyecto de Ley “Que declara como Área Silvestre Protegida bajo dominio público con categoría de manejo Paisaje Protegido de la Cuenca del Rio Yhaguy, ubicado en el Departamento de Cordillera”, fue aprobado el 28 de junio de ese año.
El río Yhaguy representa como límite natural de los departamentos de San Pedro y Cordillera, y se encuentra rodeada de densos esterales y llanuras. Además de las grandes áreas protectoras boscosas que cubren el cauce al cauce con el recorre por la Cordillera.
Los distritos ribereños a través del tiempo han conservado en su estado natural el paisaje y sobre todos la biodiversidad que las integra el ecosistema y los humedales. Además, desde los tiempos representan fuentes de alimentación de diversas familias de la zona.
DAÑOS AMBIENTALES DEL RÍO YHAGUY
Existen denuncias por daño ambiental ante los desvíos hechos en el río Yhaguy por parte de arroceras. Los residentes de la zona han pedido la intervención legislativa para buscar solución al problema y proteger el cauce hídrico.
A este mal se suma la extracción indiscriminada de arena de las playas del rio, especialmente en Itacurubí y Piribebuy. La comercialización de arena sin control es una situación que afecta gravemente el ecosistema que rodea el cauce hídrico.
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