Constituye un verdadero símbolo de Piribebuy elaboración del Poncho Para’i de 60 listas es la prenda artesanal tradicional tejida por hacendosas manos, hoy por hoy es la preferida por los artistas del folclore paraguayo y los políticos.
Según los datos históricos que se manejan en la comunidad, esta tradicional indumentaria lo llegaron a usar el Mariscal Francisco Solano López, y mucho tiempo después Luis Alberto del Paraná y los Paraguayos.
El 11 de enero del 2005; fue declarado Patrimonio Cultural Intangible a la técnica de confección del Poncho Para’i de 60 Listas
“Mi pasión es el poncho”, afirma, segura, Rosa Segovia, tejedora del Poncho Para’i de 60 listas, una prenda confeccionada hilo por hilo en un trabajo admirado y valorado por muchos. “Es un trabajo minucioso que requiere mucha paciencia”, señala mientras sus habilidosas manos cruzan los hilos en su taller ubicado en la parte posterior de su vivienda, en la ciudad de Piribebuy.
Rosa junto a Audelia Santacruz son las dos tejedoras de Piribebuy que se encargan de la terminación.
“Los más interesados en el poncho son los extranjeros, pero también es valorado por los paraguayos, que buscan más que nada para regalos en las embajadas”, señala.
El cónsul de Paraguay en Bélgica, Piet Van Waeyerberge, es uno de los clientes fieles de Rosa. Ya adquirió 25 ponchos de colores variados. “La combinación de colores que no tiene le preparo para su próximo viaje, porque sí o sí viene dos o tres veces al año. También lleva camineros para regalos”, asegura Rosa.
En un año puede vender hasta 100 ponchos si le va bien, y así también, dependiendo de la situación, pueden pasar hasta tres meses sin vender un solo poncho.
El costo actual es de 2.200.000 de guaraníes tanto el tradicional como los colores especiales. El poncho mide 2 metros y 35 cm de largo y de ancho 1 metro 15 cm, el tamaño estándar pesa 835 a 850 gr.
Los interesados en adquirir uno de los modelos pueden contactar con Rosa al (0972) 649-753 o al (0515) 212-097.
¿CÓMO SE TEJE EL PONCHO PARA’I DE 60 LISTAS?
El tejido se realiza en un stand rústico. Primero se desobilan los hilos utilizando dos estacas ubicadas de un extremo a otro para hacer el ñemyangyo (urdimbre).
Terminado este proceso, se recoge el urdimbre haciendo una cadena. Luego se colocan el liso para separar las listas. Finalmente, con una pala se inicia el tejido.
Para tejer, la artesana se sienta en una silla especial con travesaño, fabricada rústicamente, que sostiene el telar, mientras al otro extremo, otro travesaño colocado con estacas o en el marco de una puerta sujeta el otro lado. Para la trama, la artesana también utiliza un pedal hecho de hilo de ferretería o piolín.
El tejido de la faja y el fleco se realizan de forma separada. El de la faja es más delicado, requiere de mucha paciencia y creatividad para el diseño de las figuras que lleva.
El fleco es un trabajo que se hace de a dos. Mientras uno sostiene un extremo, la otra persona la va urdiendo. La faja se une al cuello y a los bordes.
El fleco es un detalle que se cose en los bordes. Con un trabajo exigente, incluyendo los fines de semana, se logra terminar en quince días.
Se llama Poncho Para’i de 60 Listas porque tiene 60 listas o rayas de uno de los colores utilizados. Por ejemplo, en el caso del color blanco con negro, solo se cuenta el hilo blanco.